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"Convocaciones poéticas" en sus obras fotográficas
Subgénero del retrato, recurso de experimentación, búsqueda introspectiva, camino de indagación en el yo, tarjeta de presentación. Muchas y muy diversas son las descripciones, motivaciones y caminos que finalmente desembocan en el autorretrato.
Los pintores, escultores y artistas visuales han plasmado su imagen desde mucho tiempo atrás, algunos en efecto a fin de legar alguna suerte de testimonio o “huella” de su quehacer (que podría pensarse que es la motivación más inmediata), pero otros encontraron en este subgénero un recurso de mercadotecnia, sobre todo a partir de la comercialización del arte de caballete, otros más acudían a él por carecer de modelos que posaran y otros más en respuesta a un llamado de autoanálisis muy particular.
Si bien ya sabemos que el artista se mira a sí mismo en el autorretrato, la mujer artista tiene mucho qué decir a través de ese mensaje. En realidad las mujeres se autorretratan quizá desde la Edad Media (o tal vez desde antes) pero hay registros de obras atribuidas con seguridad a artistas reconocidas desde los siglos XV y XVII en Italia y Flandes. Desde entonces hasta el presente el autorretrato ha continuado como una importante expresión femenina de este subgénero dentro del ya relevante género del retrato.
En el caso particular de Tamara Uribe, en su misma hoja de sala ella deja constancia que ha encontrado su propio estilo visual, “después de crear autorretratos como medio de experimentación y expresión personal, mezclando música, experiencias, diseño, gente, arte, pensamientos, pasiones y el mundo que nos rodea”. Su exposición lleva el título de “Frontera invisible”, que parece conducir a un cierto ejercicio de libertad donde las fronteras no son evidentes, pese a existir y donde este sutil tránsito de un “territorio fronterizo” -el ámbito personal e íntimo- a otro, el público y común, encuentra su punto de partida en la mirada personal de la artista sobre sí misma, su interior y el exterior. ¿Dónde comienzan realmente mis fronteras? ¿Dónde terminan?
Su propuesta artística consiste en una colección de 14 piezas realizadas con fotografía digital impresas a color o blanco y negro, en soportes de dimensiones medianas, la mayoría de 90 por 60 centímetros y un políptico de seis imágenes de 60 por 40.
Desde sus trabajos, el rostro y el cuerpo de Tamara se vuelven al espectador, expresivos, melancólicos, plenos de incertidumbre, con la mirada evasiva, siempre silentes. Recursos como la superposición de imágenes o el efecto de movimiento crean una atmósfera de convocaciones poéticas que parecerían sugerir ese tránsito a través de la frontera interior e insinuar que la imagen no es el retrato del exterior de la artista sino su interior, en múltiples expresiones. TrayectoriaTamara nació en Mérida, en 1984. Es arquitecta y fotógrafa autodidacta especializada en fotografía artística (fine art photography). Comenzó su carrera como fotógrafa en 2009 mientras estudiaba la Licenciatura en Arquitectura, en la Facultad de Arquitectura de la Uady. Actualmente se especializa en retratos, fotografía artística y arquitectónica. Más información en www.tamarauribe.com.- María Teresa Mézquita Méndez