Experiencias sensoriales

Experiencias sensoriales

“Wink Space”, un caleidoscopio a escala humana

¡Nos encantan los caleidoscopios! No lo podemos negar, ¿cuántos de nosotros nos hemos pasado grandes momentos mirando formas y efectos ópticos que se consiguen haciendo girar este increíble invento, en su versión moderna, del físico escocés David Brewster? No por nada el caleidoscopio es uno de los juguetes más populares en todo el mundo.
Algunas de las características y beneficios de mirar a través de un caleidoscopio es que contribuye en los niños a desarrollar su capacidad de observación y contemplación, los ayuda a reconocer formas, colores, volúmenes y distancias; mejora su memoria visual, despierta su imaginación y agudiza sus experiencias sensoriales. Aun en edad adulta no podemos evitar ser cautivados por las imágenes simétricas y cambiantes que lo habitan.

Con un objeto con tanta vida en su interior, no es extraño o inusual que el mundo del arte se haya inspirado en sus efectos ópticos para producir muchas de las piezas y obras que hoy admiramos.

Hace un año, durante los meses de octubre a diciembre de 2013, los japoneses Masakazu Shirane y Saya Miyazaki fueron convocados, junto con otros diseñadores y artistas, para intervenir y generar piezas e instalaciones dentro de contenedores industriales, como parte del Art in a Container International Competition de la Bienal de Kobe, Japón. “Wink Space” es el nombre del proyecto con el que la pareja ganó la competencia y consistió en una instalación inspirada precisamente por el caleidoscopio. Siguiendo la técnica origami, realizaron una instalación modular compuesta por 1,100 piezas, empleando materiales como cierres, madera MDF, alambre y hojas de espejo.

Exploración
Además de desarrollar una pieza de arte, Shirane y Miyazaki querían explorar nuevas formas de producir arquitectura, rompiendo un poco con la idea de que ésta debe ser dura, pesada y fija; su propuesta se basa en el movimiento, la luz y la ligereza de sus materiales. La idea de usar cierres para unir las piezas fue pensada para proporcionarle justamente la movilidad que le permitiera modificar el espacio y, tal y como sucede con el efecto caleidoscópico, generar juegos visuales gracias a los espejos, la luz y el movimiento. Gran parte del éxito de esta instalación se debió a su fácil montaje y desmontaje, en el cual invirtieron sus creadores tan sólo cuatro horas, gracias a su innovador diseño con cierres con el que se ensamblan y modifican las piezas como si se tratara de ventanas que abren y cierran.

Masakazu Shirane y Saya Miyazaki se destacan en Japón por trabajar principalmente proyectos de arquitectura, diseño, interiorismo y arte. Respetuosos de los procesos artesanales, se han nutrido e inspirado en ellos para probar nuevos materiales que les permitan innovar en el diseño y el arte, buscando crear piezas y proyectos amigables con el medio ambiente.
Para conocer más sobre su trabajo visita shirane-miyazaki.com.— Aída Barrera Pino

Fuentes: Diario de Yucatán