La palabra universo se origina en el latín unus (uno) y versus (girado o convertido). Es decir, la unidad indivisible y todo lo que la rodea. A partir de esta idea, Julio Camil presenta su obra fotográfica, que parte de su mirada -con la cámara fotográfica como una extensión natural- y su andar por el mundo, como un perpetuo migrante o un cazador de escenas que son proyecciones de su propia sensibilidad. Desde las playas de México a las arenas del Sahara, de los horizontes infinitos a los detalles del suelo, entre rostros y formaciones geológicas el universo de Julio Camil se despliega como una invitación para viajar por los infinitos matices del planeta tierra.
Las fotografías de Julio Camil plantean la unión entre los detalles diminutos y los fenómenos más imponentes de la naturaleza. A través de la mirada de Julio nos damos cuenta como las pequeñas rocas y las grandes olas, los fragmentos de vegetación y las dunas inmemoriales tienen un punto en común: la belleza casi abstracta de su forma, que es la expresión misma del paso del tiempo.
Esta exposición abre una ventana a lo más reciente de la producción fotográfica de un autor que ha sido fiel a sí mismo y que no ha buscado dirigir los reflectores hacia su persona, sino hacia las imágenes que captura y que, con un profundo dominio del oficio, comparte con nosotros como testimonio de una vocación nómada, que hace de la mirada teñida de emoción su única guía.
Miguel Canseco
Torreón, abril del 2015