Socorro Chablé, 25 años dedicada a la fotografía

Socorro es una mujer de decisiones, fue de las primeras en ejercer la carrera de trabajo social en Yucatán y también una de las primeras fotógrafas profesionales de la entidad. Esas dos pasiones, esas dos formas de ser y vivir, la colocan como una mujer de grandes convicciones y una creadora prolífica.

En 1989 se diploma en la Escuela Activa de Fotografía (DF), después de cursar un diplomado de dos años en Artes Plásticas en el Centro Estatal de Bellas Artes en Yucatán. Esos dos años previos fueron de búsqueda para Socorro, haciendo pininos en escultura y en literatura, de la cual se declara ser mejor lectora que escritora. Sin embargo, su encuentro con la fotografía fue amor a primera vista, como ella misma explica, desde el primer contacto con la fotografía encontró lo suyo.

Haciendo un poco de contexto, cabe recordar que en esos años (80’s) la fotografía en el estado aún peleaba por sus propios espacios, inclusive las pocas galerías de arte que existían estaban dedicadas a la pintura. En ese panorama poco favorable surgió el movimiento que contribuyó definitivamente a impulsar a la fotografía dentro de las artes: Abril mes de la fotografía, integrado por: Víctor Rendón, Humberto Suaste, Ignacio Rivero, Eduardo Arco, Christian Rasmussen y la propia Socorro, entre otros.

Actualmente el Museo Macay presenta una exposición retrospectiva de Socorro Chablé que documenta 25 años de trayectoria, el compendio de imágenes (en su mayoría en blanco y negro) permite conocer esos años de trabajo y las líneas discursivas que han ocupado los pensamientos y esfuerzos de esta fotógrafa.

En la exposición se pueden destacar dos grandes temas: el desnudo y la fotografía documental. Sobre el desnudo Socorro comenta que su interés por el cuerpo humano deriva de su vena literaria, por eso las imágenes logradas son ensayos fotográficos de una búsqueda existencialista, de la sensualidad y del erotismo. Con relación a la fotografía documental y el fotoperiodismo, la autora encuentra su definición personal en ellas, son definitivamente su lenguaje, su voz. Y es que desde la primera serie que creó: La vida siempre sobre ruedas, aprendió la importancia de acercarse a la gente, el respeto por su intimidad, la empatía. Como ella explica: “más allá de captar una foto bonita, una foto que llame la atención, la foto es la consecuencia de otras cosas, no es la foto por si misma”.

Ese punto de partida sacó a la luz las condiciones de vida de la gente que habita vagones de tren por casas, las condiciones de comunidades y pueblos, la vida de los zapatistas, de los músicos callejeros, de las mujeres que trabajan. Al volver la vista a esas imágenes, parece que esos 25 años no han cambiado en gran cosa las condiciones de quienes menos tienen. Por eso ella insiste: “la fotografía es una forma de mostrar la desigualdad y la inequidad que nos aqueja”.

Entre la razón, entre la tristeza, Socorro también logra llevarnos a sentimientos encontrados: la belleza en medio de la nada, la esperanza en medio de la pena, la paz en la miseria. Ahí están la Niña de Yobaín, la Niña del tambor, las Piñas Guardianas, Abrazando la vida, como mejores ejemplos.

Socorró Chablé ha participado en más de 50 exposiciones individuales y colectivas en México, España, Polonia, Francia, EU y Suecia. Sus fotografías han sido publicadas en varios libros y revistas de arte y cultura del país. La exposición en el Macay permanecerá todo el mes de junio. La entrada es gratuita. Para mayor información consulte: www.macay.org

Diana May Tetzpa

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