Historias invisibles de Italia

Historias invisibles de Italia

El Macay acoge obras que hablan del país europeo

Fue en noviembre cuando me encontré con ella por primera vez. Yucatán recibía calurosa a una Italia que llegó de visita con una gigantesca máquina echada a los hombros, una máquina como montaña de santos, con toneladas de tradición.

Pude recibirla con mi curiosidad hispanohablante. Temí el pasmo de no comprender las palabras del otro lado del océano. Pero llegó Italia al Macay hablando el idioma del arte contemporáneo, esa lengua común desentendida de banderas. Cesaron los temores. Vino el encuentro. Este seis de noviembre se inauguró una exposición de cuentos invisibles, de patrimonio inmaterial y arte contemporáneo italiano. Yo estuve allí, en ese pedazo trashumante del país europeo. Allí mismo pueden estar ustedes también hasta el 9 de enero de 2020.

“Racconti (in)visibili” es el nombre de este mosaico humano compuesto por una serie de inmersiones audiovisuales en torno a “La Festa dei gigli di Nola”, así como documentales de gran vitalidad sobre la Italia cotidiana, maquetas de unos artefactos maravillosos y colosales llamados “máquinas de hombros”, collages de geografía imaginaria, velas de cerámica inagotable, mariposas nunca antes vistas (lo digo en serio)…

Fui a la inauguración de esta exposición sorprendente que reúne, en dos bloques, algunas muestras de la esencia italiana a través de su cultura y de 15 obras artísticas contemporáneas.

La maravilla de asistir a las aperturas radica en compartir el espacio con lo que debería llamarse “el arte expandido”. En este caso específico, el contexto detrás de las festividades italianas fue provisto por los curadores y promotores de la muestra. Interactuar con las manos más cercanas a la elaboración de las obras expande nuestros diálogos con el arte; lo trasladan a una mejor comprensión de estas ideas materializadas, cosa que es más difícil cuando uno va cualquier día al museo y encuentra las piezas en silencio.

Por ejemplo: entre las personas que asistieron a la inauguración de “Racconti (in)visibili” se encontraba el director de los rodajes sobre “La Festa dei gigli di Nola” (Festival de los Lirios en Nola, Nápoles). Él explicaba en italiano lo que yo comprendí en español: sus grabaciones no son documentales fríos. No hay narración, ni datos estadísticos, ni tomas inmóviles. Todo lo contrario. Este Festival de los Lirios exige otro tipo de filme en el que el detalle, los colores, el ángulo de las tomas, la velocidad de reproducción y, muy en especial, la música, cobren sentidos dramáticos para revelar el estado límite de los cuerpos, la euforia y el esfuerzo.

¿Qué imagina usted que son estos lirios? Si piensa que se trata de una planta, concédase el gusto de ir al Macay cuanto antes para descubrir las imágenes de ocho colosales estructuras de madera (cuente 25 metros de altura para cada una), bellamente adornadas y de significado religioso. ¿Cuántas toneladas pesará este “lirio”? Preguntemos a los rostros enrojecidos y los pies en carrera de quienes cargan sobre sus hombros estos obeliscos cada 22 de junio en Italia. Más información acerca del Festival de los Lirios en Nola puede ser consultada en línea. La experiencia, por otro lado, la tiene nuestro museo de arte contemporáneo.

“Racconti (in)visibili” se traduce al español como “Historias (in)visibles”. El título es perfecto. He intentado dejarles apenas un pequeño puñado de indicios que desean conducirlos a lo asombroso que, como es usual, encuentra su hogar en el Macay. Cada obra, sin importar su material, su forma o sus dimensiones, cuenta una historia. Es la historia de Italia que espera latente a revivificarse cada vez que una obra de arte es terminada o que una tradición es encendida de nuevo.

Los verdaderos colores de un país no son los de su bandera, sino los de su arte y su cultura. ¡Viva Italia! Lunga vita al Messico!— David Mayoral Bonilla para “El Macay en la cultura”

Fuentes: Diario de Yucatán