Impulso constructivo

Impulso Constructivo/ Fernando García Ponce
A veinticinco años de su muerte, el Museo de Arte Moderno prepara la muestra retrospectiva del pintor abstracto y arquitecto Fernando García Ponce, importante figura en la redefinición del arte moderno en México durante la segunda mitad del siglo XX. Presente del 9 de agosto al 4 de noviembre del 2012, en la sala de exposiciones temporales del Museo, ubicado en Paseo de la Reforma, en el Bosque de Chapultepec.La exposición exhibe más de 45 obras como acuarela, collage, pintura y proyecciones de las construcciones que realizó durante su etapa como arquitecto en su natal Mérida y en la ciudad de México.

El Museo de Arte Moderno presenta una muestra retrospectiva con 45 obras de arte abstracto realizadas con las técnicas de acuarela, collage, pintura en acrílico y varias proyecciones de construcciones que realizó en Mérida y la Ciudad de México. El fue el ganador del Salón de Artistas Jóvenes en 1965.

Sus obras relacionadas con el collage, toman imágenes, colores y texturas de aquello que estaba a su alcance para expresar sus deseos inmediatos y visualizaciones.

García Ponce definió su estilo bajo un ordenamiento geométrico, a la manera de cuadriculas difuminadas. Juan Acha describió los planos de la composición como “se desgeometrizan y se ligan por textura y por color”. La desgeometrización se relacionaba con la pintura-acción y el informalismo presente en Europa y Estados Unidos.

El Salón de Artistas Jóvenes fue una iniciativa regional promovida por la Unión Panamericana, la Organización de Estados Americanos (OEA) y una subsidiaria de la compañía norteamericana Standard Oil. El premio de García Ponce fue polémico en más de un sentido. Algunos consideraban que el premio era muestra de un intervencionismo de la OEA que promovía el arte abstracto durante la Guerra Fría. Para los años sesenta, la producción de estos artistas coincidió con un interés del Estado de auto-representarse como una nación moderna y cosmopolita, menos nacionalista y beligerante.

El collage opera en estos cuadros, también, como estrategia de composición o como un principio articulador. En estas obras de los setenta, donde desaparece la gestualidad asociada con el informalismo, García Ponce empieza a ensamblar sus cuadros. A principios de los años setenta, los cuadros como ensambles conservan, en todo momento, su condición bidimensional dentro de un marco de la pintura; a finales de esa década, no obstante, también se presentan como relieves. Los fragmentos que forman sus collages fueron cortados de una forma poco meticulosa o minuciosa, pareciera como si hubieran sido arrancados de las páginas de las publicaciones. La aplicación de la pintura sobre los collages también es atrevida y generalmente aparece como manchas, brochazos y goteos. Estas características hacen que estos trabajos sigan reflejando la percepción que García Ponce tenía de la realidad social, misma que buscaba expresar a través de “la forma y el color” con “formas violentas, agresivas”.

Fuentes: Mediarteducation