Agua, Mendive y naturaleza

Agua, Mendive y naturaleza

Más agua que tierra. Aguaje/ para prolongar la sed./ La tierra vive a merced/ del agua que sube o baje (Carlos Pellicer Cámara)

En la naturaleza ninguna voz debe ser ignorada. Desde el ruidoso trueno hasta el aleteo de un insecto, nada es insignificante; todo forma parte de una armonía que configura su propia mística, su propia espiritualidad.

Esta presencia de la naturaleza en los valores sincréticos de la religión yoruba o santería es quizá la primera y la más poderosa impresión que se recibe al conocer la obra del maestro cubano Manuel Mendive, cuya exposición “El sonido del agua me recuerda” se encuentra actualmente en el Museo Fernando García Ponce-Macay y fue inaugurada como una de las principales muestras de la serie que abrió en 2014.

La obra se encuentra instalada en las salas 9, 10 y 11.

Religión, cultura e identidad afrocubana se desprenden de lienzos, instalaciones y esculturas. Mendive, quien recibió educación formal en la academia de San Alejandro, en La Habana, se manifiesta agradecido con la academia, con el bien hacer del estudio y la disciplina, con los clásicos. Y su trabajo, en cada personaje de la fauna o la flora, en cada recreación mágica, no oculta este aprendizaje, esta gran pericia y experiencia, y tampoco su largo camino particular de indagación por una visualidad estética de la sensibilidad religiosa yoruba, con la que convivió desde niño.

Su lenguaje artístico suma la espiritualidad y la naturaleza, la religión ancestral en una serie de trabajos de sugestiva coloración, plenos de seres mágicos a los que convoca el artista y hace danzar, corretear y husmear por los rincones.

La muestra está formada por una treintena de piezas de reciente factura realizadas en diferentes y variadas técnicas y soportes, desde los tradicionales lienzos y el papel hasta el uso del collage, la escultura y otros lenguajes y recursos.

Lo africano

En su estética y recursos artísticos se observa cómo alimenta sus conocimientos con viajes a África: allá cierra el círculo formado por su gran bagaje cultural occidental, su experiencia de vida en el entorno cubano y su formación académica. En la pintura y escultura de Mendive la presencia africana se traduce en amplia imaginería en poéticas composiciones y en un nuevo sincretismo: el sincretismo artístico occidental-africano-americano que transpiran las superficies de sus lienzos.

La exposición dedicada al maestro Mendive en el Museo Fernando García Ponce-Macay permite sin duda a los yucatecos conocer más de cerca la obra de un artista de un país tan cercano, no sólo físicamente sino también cultural y emotivamente de Yucatán, considerado además el mejor exponente de los valores afrocaribeños de Occidente. Cuestionado años atrás (el primer Mendive expuesto en Miami fue quemado por subversivo), hoy su pintura trasciende fronteras y recibió allí mismo en Miami un homenaje que también celebraba su aniversario simultáneo a la exposición de Mérida.

Esa invocación poética del maestro, sus personajes y animales que dialogan con el agua y la lluvia y el paisaje que reverdecen de pronto y de repente se esconden camaleónicamente entre la vegetación, convocan a las voces poéticas de un mexicano de años atrás, el tabasqueño Carlos Pellicer, de quien tomamos el epígrafe para este comentario y quien también le cantó al agua, al trópico y a lo primitivo: El tiempo total verdea/ y el espacio quema y brilla./ El agua mete en la quilla/ y de monte a mar sondea. (.) Cuando la selva repasa/ su abecedario animal/ relámpago vertebral/ de caoba o cedro pasa.TrayectoriaManuel Mendive (La Habana, Cuba, 1944) es graduado de la Academia de San Alejandro en la especialidad de Pintura y Escultura (1963). Realizó estudios en el Departamento de Etnología y Folclor de la Academia de Ciencias de Cuba y de Historia del Arte en la Facultad de Artes y Letras de la Universidad de La Habana. Es miembro de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) y de la Asociación Internacional de Artistas Plásticos (AIAP). Ha recibido numerosos premios como la Orden Félix Varela de Primer Grado, Consejo de Estado de la República de Cuba; Orden Caballero de las Artes y las Letras, Ministerio de Cultura y Francofonía de la República de Francia; Medalla de la Comuna de Saint Guiliano Terme, Italia, y Medalla Junior Olympics, Japón. Cuenta con cientos de exposiciones individuales y colectivas, así como performances en América, Asia, África y Europa.- María Teresa Mézquita Méndez

Fuentes: Diario de Yucatán