Reencuentro con la historia y la plástica mexicana

Siempre interesante adentrarnos en la historia del arte, conocer aquellos movimientos que propiciaron cambios y la evolución del mismo. Y ahí están a nuestro alcance esos maravillosos espacios llenos de riqueza cultural, a puertas abiertas, dispuestos a revelarnos la sabiduría, el conocimiento y la belleza invaluable de años de trabajo de grandes maestros y creadores.

A principios de este año, el Museo Fernando García Ponce-Macay inauguró en su Sala 11 Bis, la Colectiva Escuela Mexicana de Pintura. Once piezas que pertenecen a las colecciones: Acervo Patrimonial y Pago en Especie, en custodia de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, con las que como visitantes, podemos conocer la obra de algunos de los más importantes artistas, protagonistas de un trascendental capítulo en la historia de la plástica de nuestro país.

Antecedentes
Al concluir el periodo armado de la Revolución Mexicana, se pretende dar una nueva imagen al país a través de la cultura, una imagen que resaltara lo que en aquel momento debía ser la esencia del nacionalismo. Surge entonces la Escuela Mexicana de Pintura, que incluiría a los grandes maestros muralistas y paralelamente a artistas nacionales y extranjeros, que trabajaron en México la pintura de caballete. En aquel momento, al frente de la Secretaría de Educación Pública, José Vasconcelos se convirtió en gran impulsor del muralismo, buscando a través de éste, llevar educación y trasformar la forma en la que vivía el pueblo mexicano. En los edificios públicos se plasmaban las ideologías muralistas, con temas como la conquista, la Revolución, la cultura popular, las tradiciones, el socialismo, el capitalismo. Por su parte, la pintura de caballete de la Escuela Mexicana no se limitaba a transmitir esos mensajes, con lo que se conformó un gran mosaico de estilos y temáticas que no necesariamente seguían como recurso expresivo la verosimilitud y en ocasiones se veían influenciados por las vanguardias europeas.

La exposición
En la Colectiva Escuela Mexicana de Pintura encontramos piezas de Angelina Beloff, de origen ruso, conocida también por ser la primera esposa de Diego Rivera, con un estilo que combina la técnica europea con el colorido mexicano; de Raúl Anguiano, pintor, muralista y grabador, que abordó temáticas del México rural e indígena, sus fiestas, sus tradiciones, su religión, siguiendo un estilo de construcción geométrica; de José Chávez Morado, perteneciente a la tercera generación de la denominada Escuela Mexicana de Pintura, con obra de gran vitalidad e ironía que combina la realidad y el expresionismo de la vida del pueblo mexicano; de nuestro entrañable maestro Fernando Castro Pacheco, con ese particular estilo de evocar la historia principalmente del pueblo yucateco, con su magistral uso del color; de Lola Cueto, reconocida por ser de las pocas mujeres que destacaron en este movimiento artístico, principalmente dominado por los hombres, su estilo estuvo claramente influenciado por las artesanías mexicanas y el arte popular; de Rina Lazo, muralista originaria de Guatemala que en su obra pictórica de caballete aborda temáticas con naturaleza muerta; de Amador Lugo, quien aborda temas del paisaje mexicano con una evocación permanente a los espacios abiertos; de Roberto Montenegro, quien pertenece a la primera etapa del muralismo mexicano y cuya obra de caballete lo llevó a la revaloración del arte autóctono, marcando un interés por el rostro oculto y la geometría; de Gustavo Montoya, reconocido por sus pinturas de niños con rasgos físicos marcadamente autóctonos dentro de la fantasía heroica y mundos de ensueño; de José Reyes Meza, muralista tamaulipeco con un legado de basta obra de caballete, principalmente naturalezas muertas; y finalmente de Diego Rivera, uno de los más valiosos pilares del muralismo mexicano que desde finales de los años treinta hasta su muerte, se enfocó en la pintura de caballete realizando tanto retratos como paisajes realistas, siempre exaltando los rasgos mexicanos.

La Colectiva Escuela Mexicana de Pintura, es una exposición temporal abierta al público desde enero y hasta finales de este mes. No dejen de visitar el museo, la entrada es libre.- Aída Barrera Pino