Ante los 103 años del natalicio de Wolfgang Paalen

Ante los 103 años del natalicio de Wolfgang Paalen

Legó surrealismo y abstracción

Hace 21 años, en 1997, las salas 4, 5, 6 y 7 del Macay, hoy Museo Fernando García Ponce, recibieron una exposición colectiva que celebraba un homenaje al artista y coleccionista Alvar Carrillo Gil. La colección estaba integrada por piezas de la colección particular del reconocido yucateco.

Uno de los cuadros llamó la atención de los editores del catálogo-memoria del Museo para incluirlo en las crónicas de esos días. ¿El título? “Migración de Yucatán”. ¿El autor? El austriaco, polémico, excepcional y mexicano al final de su existencia Wolfgang Paalen, emblemático artista no solo predecesor del movimiento de la Ruptura sino también en pleno de la vanguardia artística de la primera mitad del siglo pasado.

“Migración de Yucatán” (1959) de 111 por 120 cm es un óleo de enorme pluralidad colorística, abstracto y sin concesiones. Cuando el título es determinante o condicionante no queda más remedio al espectador que escudriñar en la obra y con esa influencia intentar reconocer lo que leyó en la cédula. Y en este lienzo, en esa increíble superficie matérica de fuertes texturas, de gran riqueza tonal, construidos con recursos gestuales, emplastes y acentos expresionistas, conduce a un indudable discurso temperamental y a una interpretada alusión a la diversidad de la migración.

¿Migró Paalen a México, migró Carrillo Gil a la capital del país? ¿Migran nuestros compatriotas al otro lado de la frontera? ¿Migran otros a nuestra tierra, a nuestro Estado? ¿Migran del interior a la ciudad? ¿Migran las aves, las enfermedades, los recursos digitales? El universo es infinito… y cabe todo en este lienzo que regaló Paalen a México el mismo año en el que decidió terminar con su vida en un hotel en Taxco, una noche de septiembre.

Con su reciente efeméride (ayer domingo se cumplieron 103 años de su natalicio) hay que recordar también su notable paso por las vanguardias del siglo XX, sus influencias (Nietzsche, Schopenhauer, la teoría de la Gestalt, Georges Braque, Fernand Léger y sobre todo el grupo de los surrealistas parisinos en torno a André Breton).

Fruto de su conexión con el surrealismo es su invención de las pinturas de humo o “fumage” que hacía con ayuda de una vela, y cuyo resultado eran imágenes plenas de una aura inquietante, decadente, plena de pesadumbre y misterio. De su obra surrealista, piezas como “El toisón de oro” y “Gran fumage, Orfeo” son emblemáticas por su factura y su contenido de múltiples lecturas.

Comenzamos este comentario conmemorativo con el recuerdo de la exposición del Macay en homenaje a Carrillo Gil, y ahora en 2018 apenas hace poco más de tres semanas el coleccionista yucateco y el pintor austríaco vuelven a encontrarse: es Paalen quien protagoniza una exposición en el Museo que lleva el nombre de Alvar Carrillo Gil, titulada “El gran malentendido: Wolfgang Paalen en México y el surrealismo disidente de la revista Dyn”, justa memoria en reconocimiento a un artista de ínclito talento y con quien todavía hay grandes deudas con su legado.

Más información en el sitio web del Cevidi http://investigacionlaruptura.org/integrantes/wolfgang-paalen, en la página de Facebook https://www.facebook.com/wolfgangpaalen/ (en la que se aprecia su riqueza y diversidad estilística) y también en un vídeo del museo Marco sobre la pintura “Migración de Yucatán”: https://www.youtube.com/watch?v=XBFXTvZ8_G4.— María Teresa Mézquita Méndez para “El Macay en la cultura”

Fuentes: Diario de Yucatán