Frida Kahlo supo afrontar la vida con los pinceles
Nunca ha sido extraño que el arte indague en ciencias que podrían parecer distantes a él y que a su vez éstas incidan en disciplinas artísticas, de manera que ambos se enriquezcan mutuamente.
La constante exploración científica, espiritual y filosófica lleva a conocer otros ámbitos del conocimiento cuyos estudios suelen ser exclusivos de sus propios contextos y que cuando reciben la atención del artista cobran un sentido adicional, ya que las propuestas visuales pueden atraer la atención de los espectadores hacia un tema que probablemente les fuera ajeno y, así, crear un puente hacia su comprensión y concienciación.
La resiliencia es un tema perteneciente a la Psicología, no divulgado sino los últimos treinta años pero cuya naturaleza siempre ha existido y con el cual el arte ha podido involucrarse quizás antes del desarrollo del concepto. Este término se refiere a la cualidad que posee todo ser humano para reconstruirse después de una adversidad, dejando al criterio de cada individuo lo que para él signifique un momento adverso. Entre sus características están la capacidad de resistir una situación potencialmente estresante, la inteligencia para decidir, entendida hacia la resolución de problemas, el vínculo afectivo con otras personas, la sublimación de las emociones negativas para encauzarlas de forma positiva y el desarrollo de nuevas habilidades que forman parte de un aprendizaje que servirá para futuras situaciones desagradables.
Representación
En mayo pasado, el licenciado en Artes Visuales Martín Flores Balam presentó el trabajo integrador “El arte de ser resiliente. Representación de la resiliencia y sus características a través de la pintura experimental” como proyecto de titulación, que incluyó una exposición de pintura experimental y una investigación en la que contempló varios aspectos de este tema. Entre otros ejemplos, expone el de Frida Kahlo, quien en muchas de sus obras aborda la resiliencia aunque nunca conoció el término. Sin embargo, plasmó tanto el dolor sufrido a causa de las adversidades, particularmente el dolor físico, como la concepción de aquéllas, convirtiéndose en una persona resiliente.
En opinión de Martín, en la mayoría de sus obras se puede apreciar un crecimiento personal, pues sus primeros cuadros eran más oscuros, rígidos y enfáticos en el dolor y con el tiempo y el constante apoyo de sus seres queridos fue plasmando escenas menos depresivas.
La experiencia
Así como Frida, otros artistas y los que han manifestado momentos en los que la resiliencia se ha desarrollado lo hacen basados en experiencias propias o relativamente vinculadas con ellos. Ejemplo de ello pueden serlo las propuestas artísticas de creadores como Daniel Mallorquín, quien produce su obra en materiales alternativos como telas, papeles y tapas de libros con marcas de fuego, humo, hollín, carbón, agua, barro, sangre y cera, concebidos a raíz del incendio en un supermercado.
Se podría mencionar otros casos. Sin embargo, baste apuntar que, si bien la resiliencia en el arte parte de hechos dolorosos, ésta tiene un efecto que impulsa al individuo a reconstruirse y en cierta forma la de inducir también la reconstrucción del espectador; hacer conciencia del fenómeno pero también de las alternativas que existen hasta lograr ser totalmente resiliente, no sólo en un momento particular sino en los posibles momentos adversos que se siga experimentando a lo largo de la vida.— María Teresa Mézquita Méndez y Martín Flores Balam para “El Macay en la cultura”
Resiliencia Enfrentar el dolor en la obra artística
La resiliencia está presente en el arte, en figuras como la de Frida Kahlo, quien tuvo una vida muy dolorosa.
Otros ejemplos
En su investigación sobre el tema, Martín Flores Balam menciona también como ejemplos a Claudio Tapia Inostroza (Chile), Marcela Rodríguez Ceballos (Colombia) y Guadalupe Luna y María Gabriela Luna (Argentina).
En conjunto
Guadalupe y María Gabriela, madre e hija, son autoras de la exposición “Resiliencia”, en el Complejo Ameghino Marín. Trabajaron a partir de la obra “Cactus”, exhibida a su vez en el Salón Nacional de Cerámica. Partieron de la adaptabilidad de la planta.