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Múltiples formas de la identidad en la sala de la ESAY
El cuerpo como soporte artístico o ámbito de experimentación ha sido un medio por el que una cantidad considerable de artistas contemporáneos, y en especial en discursos como el “performance art”, al que prefiero llamar arte-acción, destaca que: para crear arte… ¡con el cuerpo basta!
Ejemplo de ello son Ana Mendieta, cubano norteamericana quien en Yagul, Oaxaca, plasmara siluetas con su cuerpo en una interacción cuerpo-naturaleza; de igual forma lo hace Fina Miralles, catalana, al cubrirse con piedra y paja, y la propia Esther Ferrer cuando se vale de su cuerpo y nada más como soporte de expresión.
Pues bien, una línea de investigación que realizo desde 2000 es ésta y al corroborar que jóvenes valores de las artes visuales, estudiantes de la Escuela Superior de Artes de Yucatán (ESAY), cuentan como discurso esta propuesta es que surge la exposición intitulada “Cuerpo contenedor de identidad”.
Al rastrear en el acervo documental que sobre estudiantes se cuenta en el área de investigación de la ESAY Artes Visuales detecté al menos 10 jóvenes que manejan la temática de identidad personal o las diversas identidades que del ser se cuentan en la colectividad, bien sea a través del reflejo del cuerpo o una de sus partes, o de crear el rostro a partir de vivencias que marcan una experiencia y lo que somos o podemos llegar a ser.
Así, hay una escultura en barro no cocido de David Pat Noh con la que transmite lo que él es para su familia en este período de formación educativa, en el que invierten dinero, y por ello se plasma cual olla o alcancía. La pieza se transformó durante la exposición y perdió su asa. Al no estar cocido, enfatiza que se encuentra en proceso de cocción como ser.
Autorretratos
Por su parte, , en sus cinco autorretratos en pintura fotográfica en gama de grises, cual píxeles tejidos, plasma las transformaciones que por períodos de seis años ha experimentado a partir de los estímulos y la información que recibe del exterior, rasgos cada vez más claros a partir de la conciencia que de sí mismo experimenta.
Paty Uh exhibe su rostro, cuyos rasgos conforman imágenes recuperadas de su infancia. Rostro rodeado por su propio cabello que intensifica su identidad y en la que busca los cambios que en aquél se han suscitado. Por otra parte muestra un collage de ojos maquillados, reflejo de la imagen prescrita por la sociedad. El maquillaje como encubridor de rasgos y de estados de ánimo. Se percibe en uno de ellos la expresión íntima de su modelo.
William Pino, en su retrato “Eliazar 1″ (de la serie “Rompecabezas”), integrado por cinco objetos -casi fetiches- y por uñas, construye la imagen del retratado en recuadros milimétricos que une al coserlos con un hilo; así imprime su presencia. Obra que se trastoca en una reliquia, por lo que lo resguarda en una caja de madera creada exprofeso.
Mónica Cachón exhibe siete fotografías tamaño credencial realizadas en el mismo laboratorio fotográfico en siete semanas distintas, en las que observa los cambios y evolución en su imagen y rasgos característicos. Por su montaje -marcos adornados colocados en recuadros de madera- remiten a un exvoto. Nos recibe en la sala de la ESAY en el Macay, en el muro central, el tríptico fotográfico de Alexis Rosalba Ponce tamaño natural intitulado “Androginia”, que inspira la presente exposición y en el que está su lado masculino, el andrógino y el femenino, en distintas etapas que ha experimentado en su vida, acompañadas por su acta de nacimiento del Registro Civil en el que amplía su nombre al de Alexis, nombre neutro.
Arely Pereira, en su serie “Polvos cósmicos: stardust”, presenta tres piezas dotadas de gran sensualidad, tanto por el colorido como por la propuesta: el detalle y enfoque que hace en ampliaciones del ojo y la boca en tamaño natural de su cuerpo.
Identificación
en un registro de fotos de identificación tamaño infantil plantea los requisitos establecidos al mostrar una identificación y asume que promueve un ser neutro carente de rasgos diferentes o únicos; así, intercala en dibujo sólo el cabello, la camisa o la silueta de las cejas; se presenta en foto con el cabello cubierto, lentes oscuros y una playera de ese “otro posible”.
Peter Mix: Pedro Medina crea un libro-escultura a partir de 100 registros homónimos en Facebook, mismos que imprime en acetato, con lo que hibridiza e incluso sobrepone y mimetiza las identidades y cualidades con los que crea el Pedro Medina social. La sala ESAY-Macay celebra sus 18 meses de apertura, lo que ha contribuido a destacar ante la comunidad la riqueza que dichas obras revisten en el ámbito de las artes visuales contemporáneas de la Península y permite confirmar la profesionalización manifiesta en sus autores, abrevada de dicha escuela. He fungido como enlace de esta propuesta que como iniciativa personal y gracias al apoyo de la directora general de la ESAY, maestra Beatriz Rodríguez Guillermo, con el aval del entonces director de Artes Visuales de la ESAY, Luis Rius Caso, y la directora de la Fundación Macay, Elba García Villarreal, es posible y una realidad encausada.- Laura del aMor a.