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Impulsa el dadá y el surrealismo en Estados Unidos
Una búsqueda frenética, ir en contra de lo establecido, la provocación constante y abierta, el objetivo: desmitificar el arte y especialmente al artista burgués. Se vivían tiempos difíciles y no era raro el desinterés social y el carácter rebelde de los artistas del periodo entre guerras.
Emmanuel Radzitsky nace en Filadelfia en 1890. De padres inmigrantes, judíos rusos, a los siete años se muda con ellos a Nueva York. Desde muy pequeño tuvo un fuerte interés por el dibujo y la pintura. Su gusto por las artes fue creciendo y evolucionando al paso de los años, su nombre también, lo cambió a Man Ray para evitar las críticas y discriminaciones étnicas de las cuales era objeto debido a la situación social de la época. Se trata de una composición hecha a partir de su propio nombre.
En 1908 recibe una oferta para estudiar becado arquitectura, Man Ray rechaza la posibilidad pese a la decepción de sus padres y se dedica de lleno a las artes. Explora y desarrolla su obra a través de diferentes medios: la gráfica, la escultura, la pintura. Su estilo es bueno pero carente de movimiento, debido a la gran influencia del cubismo y el expresionismo en ella.
En 1913 en el Armory Show, la Exposición Internacional de Arte Moderno, conoce a Marcel Duchamp. Su amistad lo llevó a incursionar en el dadaísmo y posteriormente en el surrealismo. Man Ray es considerado uno de los iniciadores y principal impulsor de estos movimientos en los Estados Unidos.
Junto a Marcel Duchamp, funda la Sociedad de Artistas Independientes en 1916, y publican un número único de New York Dadá.
La fotografía
La fotografía llega a él sin buscar ser reconocido a través de ella. Man Ray había notado que los fotógrafos de prensa no lograban capturar la verdadera esencia de su trabajo, así que decide retratar su obra él mismo.
Con un divorcio reciente y ante la imposibilidad de hacer crecer el movimiento dadaísta en EE.UU., Man Ray decide seguir a Marcel Duchamp a París, donde logra realizar su primera exposición individual y en 1922 establecer su primer estudio.
En esa época también conoce a Lee Miller, quien fue primero su discípula y posteriormente su pareja sentimental. Juntos, en el apogeo del surrealismo descubrieron la técnica de solarización que se convirtió en el sello distintivo de su trabajo. Una relación voluble y compleja que detonó e influenció la producción artística de ambos. Una mezcla apasionada, irreverente y obsesiva.
En fotografía, Man Ray también experimenta con las posibilidades expresivas de efectos como la granulación, la reproducción en negativo, el relieve, entre otros. Los detalles y errores técnicos llaman su atención, no se consideraba un fotógrafo sino un investigador. Tampoco consideraba a la fotografía un arte. Construye parte de su obra a partir de un procedimiento fotomecánico a través del cual se obtiene una impresión fotográfica sin el uso de una cámara, exponiendo a la luz objetos sobre superficies fotosensibles. A estas impresiones las llamó rayogramas. Los rayogramas de Man Ray eran composiciones perfectamente estudiadas, imágenes surreales que más que recrear la realidad, representaban una especie de rompecabezas del pensamiento del artista.Man Ray fue inspirado por su obsesión por las mujeres, el erotismo es evidente en muchas de sus fotografías, en las que trataba de crear una visión surrealista de la figura femenina.
Entre 1923 y 1929 realizó algunas películas. En 1925 participó en su primera exposición como artista surrealista a lado de reconocidos pintores como Pablo Picasso. Aunque su gran pasión fue la pintura, nunca pudo hacer dinero con ella, sus ingresos provenían principalmente de la fotografía, de trabajos publicitarios y para revistas de moda. Hizo retratos de Pablo Picasso, Henri Matisse, Gertrude Stein y Ernest Hemingway.
En 1940 abandona París. Obligado por la guerra se traslada a Hollywood donde goza de gran fama como fotógrafo y donde conoce y se casa con Juliet Browner. En 1951 logra regresar a Parí Spara continuar trabajando en sus pinturas. En 1963 publica su autobiografía. Fallece a la edad de 86 años en su estudio en Francia.- Aída Barrera Pino