Elogio de la vida fácil en una urbe de apariencias
"Las mujeres decentes de la 58 ¡Por nuestros hijos!" de Elena Martínez (bordados), Gabriel Ramírez (dibujos) y Christian Rasmussen (entrevistas y fotografías), en las salas cuatro y cinco del Macay aprisiona el ritmo de la ciudad, su fetidez y el clima de incertidumbre en puntos del Centro Histórico.
En Mérida vivimos una especie de paz de cementerio, donde parece que todo está bien, pero nada funciona. La paz del status quo, respaldada por un cacicazgo estratificado que deja fuera un buen número de historias excepcionales. Nuestra verdadera prostitución es la doble moral practicada por decreto. Paciencia. La exposición no sólo pone el dedo en la llaga. También hurga, explora heridas profundas...