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El artista es un referente de la plástica nacional
En lo personal, valoro mucho el poder de los juegos tipográficos para atrapar nuestra atención y sucumbir a la lectura de un anuncio, un cartel, un libro, una revista. La elección de la tipografía correcta, su tamaño, alineación, dirección, color, entre otros criterios importantes para lograr este fin, requiere años de estudio, conocimiento, experiencia y, sobre todo, de muy buen gusto.
Hoy en día contamos con computadoras, programas, herramientas e infinidad de materiales y facilidades que hacen un poco más sencillo cumplir el reto. Pero, ¿qué pasaba años atrás cuando nada de eso existía?
A México llegó en 1949 Vicente Rojo (Barcelona, 1932), contaba ya con estudios en dibujo y escultura en barro; con una fascinación por el cine, se divertía desde muy joven realizando pequeños carteles de sus películas favoritas, con recortes, dibujos y todo lo que tuviera a su alcance para lograr composiciones geniales. Con esa facilidad e intuición gráfica, no le fue difícil abrirse camino en nuestro país, para, con los años, convertirse en pieza clave de nuestro desarrollo gráfico y cultural. Vicente Rojo inicia trabajando como asistente de tipógrafo, eran los años cincuenta y la carrera de Diseño Gráfico no existía como la conocemos ahora; había tipógrafos, maquetistas, los equipos de trabajo eran muy pequeños y entre una o dos personas lograban publicaciones que hoy en día realizan equipos de más de veinte personas.
El contacto directo con la imprenta y el conocimiento de los sistemas de impresión contribuían a que realizara un mejor trabajo, imprimir a color era muy costoso y los tipos eran limitados, no existían esas grandes familias tipográficas que conocemos y usamos en la actualidad, pero Rojo sabía cómo sacar provecho a esas aparentes limitantes; sus referentes venían de revistas francesas y publicaciones que avivaban su imaginación, pero la verdadera magia venía de él, que se permitía jugar y formarse un estilo propio usando el collage, el dibujo, la geometría.
Su diseño era moderno, fino y comunicativo, realmente lograba romper las reglas tradicionales del mundo editorial. Si revisamos la historia del diseño gráfico de nuestro país seguramente el nombre de Vicente Rojo estará presente, la cantidad de carteles, publicaciones y emblemáticos logotipos que ha realizado es de valorarse. Pero su carrera no sólo va hacia la parte gráfica, su figura también está presente como promotor cultural y cofundador de la editorial Era. En su modesta personalidad no hace alarde de haber formado a muchas generaciones y personas que trabajaron a su lado, pero lo cierto es que Rojo es un gran maestro. Por si fuera poco, como pintor y escultor forma parte de la Generación de la Ruptura en México, que como sabemos es una generación que fue más allá de los límites impuestos por el muralismo y las temáticas nacionalistas para crear un estilo propio.Para conocer el trabajo de Vicente Rojo y profundizar en la historia, este espacio nos queda muy corto, pero estamos en 2014 y somos afortunados, internet pone a nuestro alcance mucha de esta información y existen también muchas publicaciones relacionadas.
Actualmente en el Museo Fernando García Ponce-Macay se encuentra la exposición “Cuaderno de escrituras”, con 40 obras en diferentes formatos realizadas por Rojo entre 2006 y 2008, en técnicas como tinta china sobre papel, acrílico sobre papel, aguatinta al azúcar, colagrafía y serigrafía.
La entrada es libre.- Aída Barrera Pino
De un vistazo
“Cuaderno de escrituras”
En exhibición hay siete esculturas de la serie “Alfabeto primitivo”, proyecto escultórico que Vicente Rojo ha desarrollado por etapas y cuyo nombre se relaciona con los elementos geométricos básicos: cuadrado, triángulo, círculo y esfera.
En el Macay
No dejen de visitar las salas 9, 10 y 11 del museo y estar atentos a las redes sociales twitter.com/museo_macay e instagram.com/museo_macay, donde también descubrirán información interesante sobre Vicente Rojo.