Momentos luminosos como de relámpago

Elige Nierman emocionar a través del arte

Admirador de “Chita” cuando niño y capaz de emocionarse al ver un alacrán en su zapato. Así se define Leonardo Nierman, quien el pasado viernes presentó en el Museo de Arte Contemporáneo Ateneo de Yucatán su colección “Escultura tercer milenio”.

Con la sabiduría de los años, el maestro nos recibe en una de las salas del Macay para hablar de su obra y se toma el tiempo para tocar otros temas, con su particular sentido del humor.

De entrada, quizás para romper el hielo, dice que una obra, ya sea pintura, escultura o tapiz, no está terminada hasta que tiene la suerte de ser compartida.

“Y se puede compartir con gente sensible, con gente tranquila; he visto gente en galerías de Nueva York o Londres que ven una exposición en cuatro minutos y medio, ¿para qué la ven?”. Sin embargo, considera que en Yucatán el tiempo se maneja con más sabiduría”, a pesar de que está convencido de que el tiempo no existe y de que es invento de “unos relojeros a quienes se les ocurrió que era una buena idea inventar algo; nos convencieron y ahora nos volvieron psicópatas y esclavos”.Nierman dice que en Mérida el tiempo no se nota. “Mérida es como una isla, la gente no tiene mucha prisa, no van a ningún lado… creo que son muy afortunados y si se acostumbran al calorcito, más”.Dice que ese afecto no se ve en otros lugares, porque la gente desconfía de la gente. En ese sentido considera que sus comentarios tampoco son muy confiables. Eso lo aprendió de Katia Granov, poetisa y novia de Claude Monet, quien le dijo que los únicos que tienen derecho de hablar de los pintores son los pintores.

Nierman aprendió que no hay que guiarse de si un cuadro es bueno o malo, sino por si emociona o no. “Descubrir que es bueno o malo es meterse en una telaraña”. Él se queda por el lado de la emoción que le humedece los ojos y que ya casi nadie hace.

Con música

La emoción es su guía, y por eso cuando está en el proceso artístico no piensa, y aunque le gusta la música y tiene buena cantidad de discos, prefiere escuchar la radio para no condicionarse. “Si saco un disco de Debussy me voy a meter en una catedral sumergida; yo escucho la música de la radio porque es como un acto de magia, ver qué te tiene separado la suerte”.

Y fue con música que realizó la colección que durante tres meses el público podrá admirar en el Pasaje Revolución (a un costado de Catedral, entrada libre) y en la que Nierman toca el tema de la libertad de los pájaros y las hojas al viento, “y al mismo tiempo tiene un tono heroico, como queriendo captar momentos luminosos de un relámpago”.

Asegura que no quiso decir nada, sino compartir su emoción “como la primera vez que encontré un alacrán en mi zapato”.- Iván Canul.

Leonardo Nierman | Detalles


Expone en el Museo de Arte Contemporáneo Ateneo de Yucatán obras con el título “Escultura tercer milenio”.

La belleza

“Soy un peatón, siempre alerta de ver belleza en cualquier cosa, una grieta, un muro, un mamey… y asombrarme por la belleza de su hueso… pero la gente hoy tiene mucha prisa”,

“Siniestras”

El maestro se queja de que los norteamericanos inventaron una frase siniestra: “time is money”, y los mexicanos otra frase siniestra: “ahí se va y ni modos”; en su lugar, él diría: “Time is time, money is money” y “La excelencia es más importante que el ahí se va”.

Fuentes: Diario de Yucatán